OMAHA, Nebraska (AP) — Una prisión estatal de mínima seguridad ubicada en el remoto extremo suroeste de Nebraska, reconvertida en centro federal de detención de inmigrantes, comenzó a recibir detenidos a principios de esta semana, según informó el gobernador Jim Pillen el jueves.

El gobernador republicano indicó que el centro de McCook —una ciudad remota de aproximadamente 7000 habitantes en medio de las extensas praderas entre Denver y Omaha— albergaba entre 50 y 60 inmigrantes detenidos hasta el jueves. Pillen afirmó que se espera que el centro alcance su capacidad máxima —actualmente de 200 camas— para el Día de Acción de Gracias.

Ya está previsto que comiencen las obras de la segunda fase de la conversión, que ampliará el centro para añadir 100 camas más, alcanzando un total de 300, añadió.

"Preveo que la segunda fase estará lista en la primera parte del próximo año", concluyó.

El centro penitenciario había funcionado como el Campamento de Ética Laboral de McCook, que albergaba a unos 180 delincuentes de bajo riesgo que participaban en programas de educación, tratamiento y trabajo para facilitar su reinserción a la vida fuera de prisión. Los internos trabajaban habitualmente en carreteras, parques, oficinas municipales y del condado, e incluso escuelas locales, y el programa era frecuentemente elogiado por los líderes estatales como un ejemplo de éxito en la reducción de la reincidencia.

Esos delincuentes de bajo riesgo fueron trasladados de la prisión de McCook. Varios obtuvieron la libertad condicional, fueron puestos en libertad vigilada o simplemente liberados, pero la mayoría fueron enviados a otros centros, incluyendo más de 100 a programas de reinserción social en Omaha y Lincoln. Decenas más fueron enviados a otras prisiones estatales.

McCook se encuentra a unos 338 kilómetros (210 millas) al oeste de Lincoln, la capital del estado.

Los funcionarios y residentes de McCook se sorprendieron cuando Pillen anunció en agosto que entregaría la prisión a las autoridades federales como parte de la drástica represión migratoria del presidente Donald Trump.

Funcionarios de Nebraska y del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. han bautizado la instalación como la “Cornhusker Clink”, un juego de palabras con el apodo de Nebraska, el Estado Cornhusker, y un antiguo término coloquial para cárcel. Este nombre aliterativo sigue la línea de los centros de detención previamente anunciados como “Alligator Alcatraz” y “Deportation Depot” en Florida, y el “Speedway Slammer” en Indiana.

Algunos legisladores de Nebraska se han quejado de que Pillen, republicano, actuó precipitadamente, señalando que el sistema penitenciario estatal ya es uno de los más superpoblados y con una constante falta de personal del país.

Por ello, la exsenadora estatal DiAnna Schimek y otros trece residentes de McCook han demandado a Pillen y al director del sistema penitenciario estatal, argumentando que solo la Legislatura tiene la autoridad constitucional para controlar o administrar las prisiones estatales o cambiar el uso de los edificios públicos.

La demanda, presentada ante un tribunal estatal en nombre de los residentes por la organización sin fines de lucro de defensa legal Nebraska Appleseed, solicitaba una orden judicial preliminar para detener la conversión de la prisión de McCook mientras se desarrolla el caso, pero un juez rechazó dicha solicitud el mes pasado. Asimismo, el juez también rechazó la solicitud de Pillen para desestimar el caso.

A mediados de septiembre, casi 60.000 personas se encontraban detenidas por motivos de inmigración, lo que representa un aumento del 51% desde enero, según la organización sin fines de lucro Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC).

Aproximadamente el 70% de los detenidos no tienen antecedentes penales, según TRAC. Muchos otros tienen condenas por delitos menores, como infracciones de tránsito.