HASTINGS, Neb. — Tres adolescentes de Adams County serán juzgados como adultos por su presunta participación en un accidente ocurrido en mayo que dejó a una mujer de Hastings en coma con heridas graves en la cabeza. Los jóvenes han sido identificados como Gregory Stroot, de 18 años y residente de Juniata, y Beckett Shafer y Tanner Graf, ambos de 17 años y originarios de Hastings. Cada uno enfrenta dos cargos de asalto en segundo grado, delitos graves, y sus casos han sido transferidos al Tribunal de Distrito del Condado de Adams para un posible juicio.

Graf y Shafer renunciaron a las audiencias de evidencia en el tribunal del condado, pero hasta ahora no se han presentado cargos formales en el tribunal de distrito y no hay fechas programadas para futuras audiencias. Por su parte, Stroot tuvo una audiencia de causa probable en agosto y su caso también fue transferido a tribunal de distrito, con una lectura de cargos programada para el 17 de septiembre.

Inicialmente, los tres adolescentes fueron acusados de exhibición imprudente al volante y conducción temeraria, delitos menores, que finalmente fueron desestimados, aunque podrían volver a presentarse en el futuro.

El accidente ocurrió el 2 de mayo en West 2nd Street, cerca de Casey’s, cuando los primeros respondedores encontraron un Chevrolet rojo y una camioneta Ford gris involucradas en una colisión que también impactó a una minivan negra y provocó que la Ford se estrellara contra una casa cercana. La investigación policial determinó que tanto el Chevrolet como la Ford circulaban de manera imprudente y a alta velocidad en dirección oeste, lo que provocó el accidente. La minivan, conducida por Jelena Bozic Skinner de Hastings, y su hijo resultaron gravemente heridos. Skinner permanece en coma con lesiones cerebrales severas desde el incidente.

Inicialmente se pensaba que solo dos adolescentes estaban involucrados, pero grabaciones de video confirmaron la participación de un tercer joven en un vehículo separado que circulaba delante de los otros. La velocidad fue un factor determinante en el choque.

El máximo castigo por una condena por asalto en segundo grado es de 20 años de prisión. Mientras tanto, familiares y amigos de la víctima han iniciado una campaña en GoFundMe para apoyar a la familia durante su recuperación y los gastos médicos derivados del accidente.