El jengibre, conocido por su uso en diversas cocinas del mundo, también ha sido estudiado por sus posibles beneficios para la salud. En particular, se ha analizado su efecto en la reducción del dolor y la inflamación en personas con artritis. Aunque algunos estudios muestran resultados positivos, no todos los expertos coinciden en su eficacia. En el caso de la artrosis, varias investigaciones han concluido que el jengibre puede aliviar el dolor mejor que un placebo. Un estudio de 2020 comparó la efectividad de un analgésico común con una combinación de jengibre, cúrcuma y pimienta negra, encontrando que este remedio natural ofrecía resultados similares en la reducción del dolor y la inflamación en la rodilla. En cuanto a la artritis reumatoide, las investigaciones son menos numerosas, pero algunos ensayos clínicos han revelado efectos prometedores.

En un estudio de 12 semanas, los participantes que consumieron 1.200 mg de jengibre al día mostraron una mayor regulación del sistema inmunológico y una reducción de los marcadores inflamatorios. Otro estudio con una dosis de 1.500 mg diarios registró una disminución en los niveles de proteína C reactiva e interleucina-1, moléculas clave en la inflamación. Para quienes deseen incorporar jengibre en su rutina, los expertos recomiendan tomarlo en cápsulas, ya que ofrecen una concentración más efectiva que los alimentos o tés. La dosis sugerida es de 250 mg, tres o cuatro veces al día, comenzando con cantidades menores para evaluar la tolerancia. Es importante no superar los 4.000 mg diarios y consumirlo con alimentos para evitar molestias digestivas. Además, quienes tomen anticoagulantes o padezcan problemas de presión arterial deben consultar con su médico antes de incluirlo en su dieta.