Los gerentes de la planta procesadora de Tyson Foods en Waterloo, Iowa, se juntaron en un grupo que hizo apuestas sobre cuántos empleados darían positivo al coronavirus. Asimismo, los trabajadores aseguran en una demanda que la empresa los presionaba a seguir trabajando, incluso cuando estaban enfermos.

La compañía procesadora de carnes Tyson Foods anunció este miércoles que despidió a siete altos directivos de su planta de carne de cerdo más grande en Estados Unidos, tras una investigación independiente que confirmó que habían apostado sobre cuántos empleados se contagiarían de COVID-19.

La compañía dijo que la investigación dirigida por el exfiscal general Eric Holder reveló un comportamiento preocupante, que resultó en los despidos en la planta de Waterloo, Iowa.

 

Un brote de coronavirus en esa instalación infectó a más de 1,000 empleados, al menos seis de los cuales murieron.

“Valoramos a nuestra gente y esperamos que todos los miembros del equipo, en particular nuestros líderes, operen con integridad y cuidado en todo lo que hacemos”, dijo en un comunicado de prensa el jefe ejecutivo de Tyson Foods, Dean Banks.

Los abogados de las familias de cuatro trabajadores fallecidos en la planta de Waterloo alegan en las demandas que conllevaron a la investigación que el gerente de la planta, Tom Hart, organizó un grupo para que los supervisores apostaran sobre cuántos empleados darían positivo al coronavirus.

“El comportamiento exhibido por estos individuos no representa los valores fundamentales en Tyson, la razón por la que tomamos las medidas apropiadas para descubrir la verdad”, agregó Banks, quien viajó este miércoles a la planta para dirigirse a los empleados.

Según el documento, Hart organizó el círculo de apuestas en el momento en que el virus comenzaba a propagarse entre los empleados de la instalación. En la demanda también se acusa a los gerentes de la empresa de presionar a los empleados para seguir trabajando, incluso cuando estaban enfermos.

Un abogado de los familiares de uno de los trabajadores fallecidos, Mel Orchard, dijo que los despidos confirmaban algunas de las afirmaciones más macabras de la demanda. “Apostaban con las vidas de los trabajadores”, por no tomarse en serio al virus ni implementar las medidas de seguridad adecuadas.

El drama de los trabajadores en las plantas cárnicas

Los trabajadores de las empacadoras de carne, quienes se encuentran en la primera línea de riesgo de contagio, se han visto particularmente afectados durante la pandemia. Son considerados trabajadores esenciales porque ayudan a alimentar al país.

Hasta esta semana, más de 51,400 empleados en esta industria habían resultado positivos al COVID-19, según Food & Environment Reporting Network, un organismo independiente que colecta estos datos. Al menos 262 trabajadores han fallecido.

Muchos de ellos se han quejado de que las medidas de seguridad, como aumentar la distancia entre los puestos de trabajo e instalar barreras de plástico, se tomaron demasiado tarde.

Aun con las medidas impuestas en la primavera y el verano, miles de trabajadores han seguido infectándose y decenas han fallecido, subrayando el gran riesgo en el que incurren a diario.

Se calcula que hay más de medio millón de personas que trabajan en la industria produciendo 100,000 millones de libras de carne y pollo al año, según el North American Meat Institute, una asociación que agrupa a las principales compañías del ramo. Tyson cuenta con casi 140,000 empleados.