En una playa de México, tortugas en peligro de extinción habitan entre restos del cohete de SpaceX

Los escombros llegan tras los cohetes: plásticos derretidos, aluminio y trozos de adhesivo azul. Todo termina varado en la arena de la playa Bagdad, en el norte de Tamaulipas, México, hogar de una especie de tortuga marina en peligro de extinción. Justo al otro lado de la frontera se encuentra Starbase, la plataforma de lanzamiento y base de la empresa SpaceX.
Desde noviembre, Conibio Global, una pequeña organización no gubernamental, ha asumido una tarea desafiante: limpiar la basura de SpaceX, una de las empresas más poderosas del mundo.
Jesús Elías Ibarra, fundador de Conibio Global, dijo a CNN que en noviembre de 2024 presenció uno de los lanzamientos de SpaceX y vio cómo uno de los propulsores caía en el golfo de México. En esa ocasión, Ibarra cuenta que personas llegaron en al menos tres helicópteros y más de 10 embarcaciones solo unas horas después para limpiar. CNN contactó a SpaceX para preguntar si eran responsables de esta limpieza.
Sin embargo, en mayo hubo otro lanzamiento, con más restos. Esta vez, el activista afirma que millones de partículas terminaron contaminando el área del lado mexicano. Ibarra dijo que, días después, la organización recolectó más de una tonelada de desechos en un área de 500 metros.
“En medio kilómetro de los 40 kilómetros de costa, ya recolectamos una tonelada (de basura)”, agregó Ibarra. “Somos un grupo muy pequeño, es imposible limpiar todo”.
Ibarra señaló que Conibio Global entregó los restos a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
En respuesta a consultas de CNN, SpaceX remitió a lo que publicaron en la red social X el 26 de junio, donde afirman haber ofrecido recursos y apoyo para las labores de limpieza. La empresa aseguró que también ha solicitado asistencia local y federal al Gobierno mexicano para la recuperación de restos. Según el Tratado del Espacio Exterior, SpaceX tiene derecho a que se le devuelvan sus restos.
El comunicado agregó que la empresa realizó pruebas que, según afirman, confirman que no existen riesgos químicos, biológicos ni toxicológicos asociados con los restos de un lanzamiento típico de SpaceX.
Ibarra señaló que Conibio Global no ha tenido ningún contacto con la empresa.
“Aunque muchos restos no son peligrosos, los vehículos relacionados con vuelos espaciales pueden contener sustancias químicas y materiales peligrosos”, escribió Sorge. “Tengan en cuenta que no vale la pena correr el riesgo de tocar un pedazo de escombro, e interferir con investigaciones importantes”.
Algunos de los objetos encontrados durante las labores de limpieza, de acuerdo con Ibarra, son plásticos sólidos y esponjosos, un tipo de goma con una consistencia similar al corcho, aluminio con etiquetas de SpaceX, pedazos de plástico de burbujas, tubos de acero y fragmentos de un adhesivo azul.
Ibarra advirtió que parte de esta basura podría terminar siendo ingerida por las tortugas lora, una especie de tortuga marina en peligro de extinción que habita la zona.
En su sitio web, SpaceX afirma estar comprometida a minimizar el impacto y mejorar el medio ambiente siempre que sea posible, destacando acuerdos con varias agencias estadounidenses y el Gobierno de Texas.
Una saga de varios meses
Tras la reciente explosión de un cohete de SpaceX el 19 de junio, la ONG reportó que algunos fragmentos grandes aparecieron en territorio mexicano a la mañana siguiente. Indicó que varios funcionarios del Gobierno mexicano se pusieron en contacto para ser informados de la situación.
Conibio Global sigue los anuncios de SpaceX en redes sociales para saber cuándo habrá lanzamientos y acude a los sitios para recolectar evidencia de los restos que saben que caerán. Afirma que esto ocurre en la zona norte de playa Bagdad y en un predio de tierras de cultivo comunal en Matamoros.
Ante las persistentes quejas públicas, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció en su conferencia matutina del 25 de junio.
Sheinbaum dijo que su Gobierno comprobó que sí existe contaminación y que se revisará el impacto de los lanzamientos de cohetes en general para tomar medidas “en el marco de las leyes internacionales”, incluyendo posibles acciones legales.
Ibarra, quien también es veterinario y director del Programa de Tortugas Marinas de Conibio Global, dijo que cree que las vibraciones generadas por los cohetes compactan la arena donde hay nidos de tortuga e impiden que salgan. Señaló que al menos 300 crías han muerto en nidos compactados.
“Hay vegetación que la última explosión quemó, toda la orilla del río Bravo, y los tubos rompieron muchos árboles, que cayeron cerca de una pequeña población”, dijo Ibarra. Agregó que en varias ciudades fronterizas entre Tamaulipas y Texas se reportaron daños menores en viviendas por las vibraciones de los cohetes.
Un equipo de funcionarios ambientales y personal de la Secretaría de Marina de México acudió a recoger los desechos que Conibio recolectó el fin de semana pasado y, durante la visita, relató Ibarra, encontraron un tanque de aproximadamente 4 metros de largo y una tubería de acero inoxidable de unos 5 kg.
La limpieza de los desechos ha costado a la ONG más de US$ 26.000 en gastos operativos y monitoreo de playas, debido al combustible de los vehículos, salarios de trabajadores y materiales de limpieza, según la organización.
Ibarra señaló que el Gobierno mexicano ha colaborado con ellos desde que se enteraron de la situación, especialmente porque involucra a una empresa extranjera. Afirmó que durante una de las visitas fueron “hostigados” por drones de SpaceX que los grababan.
En el comunicado de SpaceX en redes sociales, la empresa dijo que los restos son de su propiedad y que sus intentos de recuperación se han visto obstaculizados por personas que “invadieron” propiedad privada sin autorización.
El Gobierno de Tamaulipas siempre ha expresado su deseo de mantener una relación de colaboración con SpaceX. El gobernador Américo Villarreal visitó Starbase en noviembre de 2024.
Aunque las piezas más grandes de los cohetes ya fueron retiradas, Ibarra dice que la basura sigue siendo un gran problema en playa Bagdad.
“Los restos siguen ahí”, dijo Ibarra. “Ya no son tan visibles como en las fotos porque las mareas los han ido enterrando, pero ahí están y hay que retirarlos tarde o temprano”.